lunes, 22 de enero de 2018

Gráfica evolución población españoñla

Aquí os dejo el comentario resuelto de un gráfico sobre la evolución de la población española a modo de ejemplo de práctica que puede salir en el examen. 

Gráfico Evolución Población 1857-2008

VER GRÁFICA.

Pirmámides población

Hola queridísimos alumnos, aquí os dejo un par de presentaciones sobre le comentario de pirámides. 

Presentación: Cómo comentar pirámides de población

Evolución de la pirámide de población española. 

martes, 9 de enero de 2018

Tema 7. Teoría. La población espola: evolución, distribución, comportamientos demográficos y estructura.



Aquí os dejo el tema de la población....

Tema 7. Teoría. La población espola: evolución, distribución, comportamientos demográficos y estructura. 

¡Está calantito!.... ¡¡Vamos a por él!!



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Prácticas Geografía.- Hidrogramas o perfiles hidrográficos.

Hola chicos aquí os dejo el comentario del hidrográma del Zújar. 

Recordad que un  hidrograma es un histograma de frecuencias en el que mediante una gráfica representa la variación del caudal de un río en un punto concreto (estación de aforo) a lo largo de un tiempo (un año). Hay que tener que los datos que se recogen son los valores modulares, (promedios cuyos valores son obtenidos a lo largo de series de años). En el eje horizontal se representan los meses y en el vertical los valores modulares resultado de la aplicación de la siguiente fórmula: módulo mensual/módulo anual). Este tipo de gráfico resulta muy útil y didáctico a la hora de analizar el régimen de un río y sus crecidas.


Antes de analizar sus datos tenemos que aclarar una serie de conceptos:


§  Régimen fluvial: variaciones estacionales del caudal de un río a lo largo del año.


§  Caudal o modulo absoluto: cantidad de agua que pasa por un punto, estación de aforo, de un río expresada en m3/s.


§  Coeficiente de caudal mensual o módulo mensual (nº K)  es el resultado de dividir el caudal medio de cada mes entre el caudal anual. 1 significa valor de caudal medio, más de 1 aumento del caudal (o aguas altas), menos de 1 decrece (aguas bajas). Por lo tanto 2 será doble del caudal medio.

domingo, 7 de enero de 2018

Geografía Bachillerato. Tema 7. Población de España. Apartado 1. Evolución y distribución. La dinámica demográfica.

Geografía Bachillerato. Tema 7. Población de España. Apartado 1. Evolución y distribución. La dinámica demográfica.  

TEMA 7:  EVOLUCIÓN Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA. LA  DINÁMICA DEMOGRÁFICA
Introducción.

La Geografía de la Población debe orientarse a describir y comprender la sociedad a través del estudio de las relaciones  entre población y espacio que habita.

Para ello es fundamental la demografía, que hace un estudio cuantitativo de la población, de sus cambios y clasifica a los habitantes de un área geográfica según sus características (edad, sexo, nivel de instrucción,…). Es importante conocer además las diferentes fuentes demográficas más utilizadas en la actualidad como son el padrón de habitantes (recuento individualizado municipal que recoge datos demográficos, sociales y económicos de la localidad) y el censo de población (recuento también individualizado de carácter demográfico, social y económico de ámbito nacional cada diez años terminados en 1). En estos censos se diferencia la población de hecho y de derecho. En la actualidad la población española supera los 47.000.000 de habitantes.

El estudio de la población española resulta esencial para entender la actual distribución de la población y su comportamiento demográfico. Los rasgos esenciales que definieron a la población española en la última década vienen definidos por pasar de un país de emigrantes a uno receptor de inmigrantes, por el repunte de la natalidad desde el año 2000, tras 30 años de continuo descenso de la natalidad como consecuencia de la llegada de población inmigrante, lo que supone rejuvenecer la estructura de la población y elevar la tasa de natalidad nacional, pero han sido modificados por el impacto que la crisis económica ha provocado en el comportamiento demográfico de nuestro país. Así, según el INE (Instituto Nacional de Estadística) desde 2012 hasta 2017 España ha perdido población extranjera, siendo el saldo migratorio este año negativo, lo que acentúa la tendencia al envejecimiento de la población, con una natalidad en descenso, al tiempo que se incrementa la esperanza de vida. Mientras, otro rasgo relevante es que ante la gravedad de la situación económica, tal y como recogen las estadística del INE, uno de cada diez españoles decidió emigrar en estos últimos años. Por tanto, hemos transformado la tendencia de crecimiento poblacional, que consiguió el pico más alto en 2011, descendiendo desde entonces año tras año, hasta llegar a los 46.438.422 habitantes a principios de 2016. El informe del INE sobre proyección de la población de España entre 2014-2064, nos alerta sobre el envejecimiento de la población como uno de los problemas a tener en cuenta, pasando de unos porcentajes de población mayor de 65 años en torno al 19% al 38,7% en 2064. Además, 2016 fue el segundo en el que el número de defunciones superará al de nacimientos. Analizar estos datos y tendencias, son el objetivo del tema, planteando las causas que dan lugar a esta situación.

1. LA POBLACIÓN ESPAÑOLA. Características, evolución y distribución.

Para el desarrollo de este apartado vamos a tratar todos los aspectos que han conformado la situación actual de la población española. Empezando por las fuentes demográficas de las que nos servimos, la evolución en el tiempo que explica nuestro modelo demográfico, la distribución actual y la estructura según distintos criterios.

1.1. FUENTES DEMOGRÁFICAS

Existen antecedentes históricos que se han preocupado de medir la población, como los recuentos de indios llevados a cabo por cronistas para los repartimientos, el catastro de Ensenada o el censo de Floridablanca (entre 1785-87 es considerado el primer censo español de población siguiendo estadísticas modernas). En la actualidad, y desde 1945, es el Instituto Nacional de Estadística (INE) quien se encarga de recoger, elaborar, analizar y publicar la mayoría de las estadísticas españolas: el censo, la encuesta de población activa, las migraciones, etc.

El Censo de población es la principal fuente de información, que también se elabora a nivel mundial. La ONU define el censo como un conjunto de operaciones encaminadas a reunir, resumir, valorar y publicar los datos de tipo demográfico, cultural, económico y social de todos los habitantes de un país en un momento concreto. En España no se hizo hasta 1857, y desde entonces se han realizado 16 censos. Se elabora a nivel estatal, con una periodicidad de diez años y un fin estadístico, siendo sus resultados públicos. Siempre en los años terminados en uno, siendo por ello el último censo oficial el de 2011. Según Franco Aliaga, el censo no sólo nos dice cuántos somos, sino cómo somos, pues los datos que aborda se agrupan en varios grupos: 
Sobre las características geográficas, lugar de nacimiento y de residencia. 
Sobre características personales y familiares (las personales hacen referencia al sexo, estado civil, fecha de nacimiento y nacionalidad). 
Sobre las características culturales, de las que la variable que más destaca es el nivel de instrucción. 
Sobre las características económicas, en las que prima el elemento de la población activa y otras variables como la población ocupada y en paro, etc.

Otra fuente es el Padrón municipal, que es un registro de competencia local en el que se contiene la relación de los habitantes de los municipios y depende de los ayuntamientos. Se registra la población de un municipio, nombre, apellidos, domicilio, estado civil y profesión. Se renueva cada cinco años (los acabados en 1 y 6) y se ratifica anualmente. Es un documento dinámico, contabiliza los nacimientos, defunciones y cambios de residencia y municipalidad (oficinas de empadronamiento municipales).

El Registro Civil es la herramienta para elaborar las estadísticas del movimiento natural de la población. Proporciona información sobre los acontecimientos vitales de la población, nacimientos, defunciones y matrimonios, así como divorcios, parejas de hecho, etc. Tienen su antecedente en los Registros Parroquiales que desde el Concilio de Trento anotan bodas, bautizos y defunciones.

Nomenclátor es una relación de entidades de población que tienen los municipios, forma parte del censo y constituye una de sus publicaciones que recoge pedanías, villas y aldeas que dependen de un municipio. Se suele utilizar en estudios de carácter local.

Existen otras fuentes como anuarios estadísticos, encuestas… La más importante es la EPA, encuesta de población activa, que con la información recogida en el censo y el padrón ofrece datos sobre la población activa, ocupada, desempleo, etc., tanto a nivel nacional, como regional o provincial. No incluye la economía sumergida, subempleo, paro, etc.

1.2. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN

España ha conocido un modelo de transición demográfica semejante al del resto de los países de Europa Occidental pero con dos peculiaridades: ha sufrido un retraso de casi un siglo y se ha completado más rápidamente, en menos de un siglo (el siglo XX). Este modelo supone el paso de una población con altas tasas de natalidad, fecundidad y mortalidad a otro con tasas muy bajas. Según este modelo la etapa primitiva, con altas tasas de natalidad y mortalidad, se caracteriza por un débil crecimiento vegetativo; le sigue una etapa de transición, que se subdivide en una primera fase donde desciende la sobremortalidad[1] catastrófica y se mantiene una natalidad todavía alta, y una segunda fase donde la mortalidad general desciende y la natalidad empieza a recortarse. La etapa final o evolucionada se caracteriza por bajas tasas de natalidad y mortalidad y crecimiento moderado, pudiendo llegar a una cuarta etapa de crecimiento cero e incluso negativo, en la cual hemos entrado desde 2015.

Analicemos el MODELO DE TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA de España:

1.- Etapa primitiva demográfica (hasta el s. XX). En principio llegaría hasta mediados del siglo XVIII, aunque todavía a finales del XIX padezcamos grandes epidemias. El crecimiento demográfico es débil. Así, en los diecisiete primeros siglos de nuestra era España pasó de 5,3 millones de habitantes a 7,5 millones, un crecimiento menor al de muchos países europeos. Las causas son las altas tasas de natalidad y mortalidad, con débil crecimiento vegetativo, debidas al largo período de la Reconquista, la colonización americana y la política de hegemonía europea con la consecuente sobremortalidad bélica. Un ejemplo significativo es el siglo XVII, un periodo de  retroceso demográfico (de 8 a 7,5 millones de habitantes por causas como las tres epidemias de peste, la emigración a América, la expulsión de los moriscos, la sobremortalidad bélica y las malas cosechas con sus hambrunas correspondientes). Por el contrario, en el siglo XVIII la población española experimentó una expansión importante, de 7,5 a 11 millones de habitantes, por lo que se habla de un crecimiento "hacia adentro" debido a la mejora de la economía y de la dieta de los españoles en general. 
A patir de ahí el crecimiento real de población siguió siendo muy pobre, fruto de unas tasas de natalidad y mortalidad muy altas. La natalidad hasta la llegada del siglo XX se caracterizó por ser muy alta por varios motivos: la economía era básicamente agraria por lo que el hijo era entendido como mano de obra. Además la falta de métodos de control de natalidad hace que las tasas de natalidad sean muy elevadas. No obstante en estos periodos son también habituales años de subnatalidad debido a epidemias, guerras… Por su parte la mortalidad es también muy importante. La esperanza de vida a principios de siglo no supera los 40 años. Las malas condiciones de vida debido a una mala alimentación, malas condiciones higiénicas-sanitarias, unido a determinadas fechas con epidemias o conflictos bélicos hacen que las tasas de mortalidad sean muy elevadas. Además las tasas de mortalidad infantil son cuantiosas.

2) Etapa de transición demográfica. El retraso industrializador hace que la transformación en los comportamientos demográficos de España no se produzcan hasta principios del siglo XX, abarcando esta segunda etapa hasta 1970. En Europa la mortalidad disminuye a mediados de siglo XIX, cuando la introducción del maíz y de la patata hace reducir los índices de mortalidad por hambre y desnutrición. Sin embargo, siguieron existiendo grandes epidemias (la viruela sustituyó a la peste de siglos anteriores; el cólera se dejó sentir en los años 1834, 1853, 1865 y 1885; y la tuberculosis pasó a ser la enfermedad de los hacinamientos urbanos de fines del siglo XIX y afectó fundamentalmente al proletariado). 
Será a principios del siglo XX cuando empezaron a desaparecer las sobremortalidades, debidas a la mortalidad ordinaria, mientras se mantenía una natalidad todavía alta. Desde entonces la mortalidad continuó en descenso y la natalidad empezó a recortarse. Durante la primera mitad del siglo XIX, la población española creció a un ritmo similar al europeo-occidental, a pesar de la guerra de la Independencia, la emancipación americana y de algunos períodos de hambre y de epidemias. Pero en la segunda mitad del XIX el crecimiento anual se redujo casi a la mitad del europeo por las oleadas migratorias hacia a América y el cólera de 1885. 
A comienzos del siglo XX la mayoría de las regiones españolas se incorporaron a la transición demográfica, recortándose la mortalidad y empezando el recorte de la natalidad. La población alcanzó los 18 millones en 1900. Pero la epidemia de gripe de 1918 y su elevada mortalidad provocó un fuerte retroceso de la población que se incrementó por la fuerte migración exterior. Tendencia que se acrecentó en las décadas siguientes por los efectos de la crisis económica del 29, la guerra civil y la posguerra. Sin embargo, el conjunto de la primera mitad del siglo XX supuso un crecimiento anual superior al europeo, gracias a la neutralidad española en las dos Guerras Mundiales. 
Esta dinámica cambió en los años de recuperación española (1950-1970), en los que España mantuvo una natalidad elevada (alentada por el régimen franquista), al tiempo que la mortalidad se reducía con las mejoras económicas y sanitarias del país. La población española creció muy por encima de la europea, situándose la tasa anual de crecimiento en valores altísimos (en 1950 éramos 28 millones de españoles y en 1970 alcanzamos la cifra de 33 millones). A partir de esos momentos comienza la progresiva reducción de la natalidad española, incorporándose a la última fase del modelo de transición demográfica. 
En resumen la transición se produce entre 1900 y 1975.  Se caracteriza por: 
-          El crecimiento real de población más alto de toda la historia española, que en cierta manera fue frenado por el amplio flujo migratorio hacia América y Europa.
-          En éste periodo la natalidad tiene una tendencia de suave descenso. A pesar de ello son un conjunto de años donde se alternan bruscos descensos (epidemias, guerra civil…) con fuertes ascensos (felices años 20, “baby boom”). La mortalidad tiene un brusco descenso. Las causas de ésta caída se debe al desarrollo que experimenta el país que propicia una mejora en las condiciones de alimentación, higiene, desarrollo sanitario todo especialmente a partir de los años 50. Anterior a ésta fecha se producen algunas situaciones de alta mortalidad como la epidemia de gripe del 18 o la guerra civil.

3) Etapa final o evolucionada. En esta fase el tipo de vida que imponen la ciudad y las nuevas condiciones de trabajo, obligan a replantear el concepto tradicional de familia numerosa. La vida urbana reduce el número de hijos, las casas son pequeñas, las necesidades de formación y de manutención de los niños son mayores, y los trabajos en la industria, limitados. Se difunden modelos de vida y comportamientos demográficos europeos (emigraciones y el turismo), uso de anticonceptivos que hace descender la natalidad y la fecundidad, retrasándose la nupcialidad y la edad en la que se concibe el primer hijo. Se frena el crecimiento de la población. El continuo descenso de la natalidad, hasta el año 2000, lleva al crecimiento vegetativo cero. 
El resultado es que España presenta un régimen demográfico viejo y su dinámica actual se caracteriza por un crecimiento vegetativo ligeramente negativo (-0,05‰), consecuencia de la baja natalidad y la elevada tasa de mortalidad. A esto debemos añadir un descenso considerable de la población extranjera desde 2013. Todo ello nos deja un país con población envejecida (con una edad media de 42,7 años), típica de los países desarrollados de nuestro entorno europeo. 
En resumen, España alcanza el régimen demográfico moderno desde 1975, y se caracteriza por: 
-          Un crecimiento de la población bajo por la ralentización en la tasa de mortalidad y una bajada brusca de la natalidad. Los niveles no son tan bajos por el efecto de la inmigración actual.
-          En la actualidad la natalidad vive sus tasas más bajas. Las causas son  diversas como la incorporación de la mujer al mundo laboral, cambios culturales, dificultades económicas para que los jóvenes se emancipen, incremento del nivel de vida (el hijo acarrea un importante gasto)…Por su parte la mortalidad sigue con un comportamiento descendente, aunque se observa un ligero repunte debido al envejecimiento que está sufriendo la población derivándose algunas enfermedades propias de la edad como el Alzheimer, Parkinson…, aunque sin lugar a dudas las 3 causas principales de defunción actualmente son el cáncer, el corazón y la carretera (“3 c”)







[1]Sobremortalidad: Período en el que la mortalidad supera a la natalidad, provocando un crecimiento negativo de la población.