Claves de la reforma
pesquera
J.V.
• Descartes.
En febrero, el Tribunal de Estrasburgo dio el visto bueno por mayoría a un
informe presentado por la eurodiputada alemana socialdemócrata Ulrike Rodust
que supone el fin de los descartes (práctica que consiste en arrojar al mar las
capturas no deseadas). El texto también trata de limitar la sobrepesca, muy
extendida en los caladeros europeos.
• Medio ambiente.
Comisión Europea y Parlamento quieren acabar con los descartes, práctica que
representa un 25% de todas las capturas, por ser antieconómica y un grave
perjuicio para el medio ambiente. La idea es ir eliminándolo gradualmente,
fijando unos plazos. Causa mucha alarma en el sector.
• Negociación.
A esta norma aún le quedan largas negociaciones de los 27 Gobiernos de la UE y
de la Comisión Europea, antes de ser efectiva. El Gobierno español fue de los
más críticos y no está dispuesto a hacer muchas concesiones.
• Implantación total.
Los pescadores deberían descargar en puerto todas las capturas a partir de
2014, de acuerdo con un calendario específico para cada especie. En 2020, la
implantación sería total.
Peces de temporada,
como la fruta
Conscientes de la importancia de la
reforma de la Política Pesquera Común, numerosas organizaciones ecologistas se
han movilizado para llamar la atención sobre estas negociaciones e inculcar a
la población la importancia de una pesca sostenible. El domingo, en Madrid, se
organizaron unas jornadas divulgativas en las que un grupo de pescadores
artesanales describió su situación. La idea principal es caminar hacia una
pesca racional y de temporada, como la fruta y verduras. Ya hay grupos de
consumidores en Cataluña que, por una cantidad fija, compran cada semana lo que
se pesca.
Ramón Tarridas, con 27 años de experiencia y cinco generaciones
de pescadores a su espalda, decidió alzar la voz porque no se sentía bien
representado. “La gente conoce al pescadero, con el que habla todos los días, e
incluso se saben los nombres de los pescados comunes, pero nadie tiene trato
con el pescador”, explicaba a un centenar de personas congregadas en la
madrileña Plaza de la Cebada.
“Toda pesca puede ser sostenible e insostenible. Los
consumidores tienen mucho que hacer y decir”, añadía. Tarridas defendió que se
exija un buen etiquetado del pescado, en el que se indique la especie,
procedencia, el tiempo que lleva pescado, una clara ventaja para la pesca
artesanal.
Mauricio Polledo, sentado a su lado, defendía que este tipo de
pesca es rentable y se ponía a sí mismo como prueba. Polledo, con 33 años de
experiencia, participa en un proyecto de cogestión en Barcelona en el que
participan 25 embarcaciones. El trabajo le ha valido el reconocimiento de la
ONG WWF como mejor iniciativa de pesca sostenible internacional, algo de lo que
están muy orgullosos.
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