lunes, 4 de febrero de 2019

Tema 8, Proceso de urbanización. FACTORES, ELEMENTOS Y FUNCIONES QUE CONFIGURAN LA CIUDAD

Tema 8, Proceso de urbanización.
FACTORES, ELEMENTOS Y FUNCIONES QUE CONFIGURAN LA CIUDAD

Introducción:
Aproximarnos al concepto de ciudad no es fácil. Según el I.N.E. una ciudad es un espacio que cuenta con más de 10.000 habitantes. Este criterio numérico a la hora de definir la ciudad puede complementarse con otros criterios cualitativos como:
       Criterios morfológicos: Aspecto de la ciudad edificaciones, planos, densidad…)
       Criterios sociológicos: forma y ritmo de vida
       Criterios funcionales: Actividades económicas centradas en la industria y los servicios
       Criterios espaciales: Como es la capacidad de influir sobre otros territorios
Debido a la dilatada historia de la mayor parte de las ciudades españolas, estas poseen elementos de épocas muy distintas, que confieren a sus diferentes zonas un carácter diverso: el centro histórico, con sus monumentos y calles estrechas; los ensanches, de trazado regular: los extrarradios, de crecimiento desordenado; los desarrollos urbanos densos, en edificación abierta; y las nuevas periferias, cada vez más dispersas y fragmentadas.

FACTORES, ELEMENTOS Y FUNCIONES QUE CONFIGURAN LA CIUDAD
1.- Factores
La morfología de las ciudades españolas es fruto de:
1.     Una larga tradición histórica (etapa preindustrial).
2.     De las mutaciones e impulsos de la revolución industrial.
Podemos clasificar los factores que han influido en las formas de nuestras ciudades en:
   Lo heredado: pervivencia de un pasado que, en la mayoría de los casos, se remonta a la época medieval. De este largo pasado encontramos pervivencias en: el emplazamiento de las ciudades, la trama viaria, el legado monumental, los recintos amurallados o sus huellas, …
   El suelo y su precio : el suelo urbano tiene unas características propias que lo hace peculiar.
ü Tiene un precio elevado, y su valor de uso deviene de su capacidad para ser edificado.
ü El suelo urbano se constituye (deja de ser suelo rústico) por una decisión política (de los municipios), que le otorga ese uso. En este sentido, un propietario que posea una finca en una zona próxima a una ciudad puede ver multiplicado el valor de su propiedad por el simple hecho de su declaración como suelo urbano, sin necesidad de producir nada ni mejorar tecnológicamente nada. Así, la capacidad de producir suelo urbano la tienen las instituciones encargadas de la gestión urbana, en España los Ayuntamientos. En cuanto a su precio, hay que tener en cuenta que es diferente según las partes de la ciudad.
   La planificación: hoy en día ya nadie discute la necesidad de la planificación para las ciudades, única arma contra la especulación y la garantía de la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. No obstante, durante mucho tiempo se ha puesto en tela de juicio el derecho de las autoridades públicas a planificar, considerando que interfería en los derechos de los propietarios del suelo, que se veían así obligados a ceder parte de su suelo para el trazado de calles.
   El diseño de las ciudades: el fortísimo crecimiento de las ciudades al amparo de la industrialización ha dado lugar al desarrollo de una disciplina, el Urbanismo, que se encarga de estudiar la morfología urbana y aportar modelos de crecimiento y optimización de la ciudad. Las diferentes corrientes de urbanistas han aportado diferentes teorías y modelos desde el siglo pasado y hoy algunos de nuestros barrios y acciones urbanas son plasmación de ellos: los ensanches, las Gran Vías, las ciudades jardín, los barrios en “open planning”, etc...
   Las tecnologías disponibles: la tecnología ha influido de forma notable en la morfología urbana. La difusión del automóvil ha originado una trama viaria y un paisaje urbano en el que los aparcamientos ocupan un amplio lugar, la utilización masiva del cemento, el hierro/acero y el vidrio han permitido formas de edificación antes impensables... Pero las nuevas tecnologías también demandan suelos urbanos: almacenes de productos energéticos, gasolineras, centrales y colectores eléctricos, industrias, etc... que también conforman nuestras ciudades.
2.- Elementos de la ciudad
La evolución histórica de las ciudades españolas se ha producido mediante un proceso en que cada etapa ha reutilizado a su manera el legado de las etapas anteriores. El origen de las ciudades se puede analizar a través de dos conceptos básicos: posición y emplazamiento.
   La posición hace referencia a la ubicación de la ciudad con respecto a hechos naturales susceptibles, en el pasado y en el presente, de influir en su desarrollo, siendo un concepto que explica la localización de la ciudad con respecto a su región.
Las principales posiciones de nuestras ciudades son:
   De encrucijada:
   De ribera de río:
   Marítima:
   Vinculadas a la explotación de yacimientos minerales.
    El concepto de emplazamiento nos explica el marco topográfico en el que la ciudad ha enraizado, el terreno elegido para levantar las edificaciones. Los diferentes emplazamientos de nuestras ciudades tienen que ver con la salubridad y consistencia del terreno.
El resultado es una ciudad con distintos componentes (elementos), entre los que destacamos:
§  La casa, en la que observamos una clara diferenciación y separación entre los locales profesionales y las viviendas. La casa presenta una diversa tipología según su altura, el número de viviendas que albergue, su aspecto estético, su separación/no separación de las zonas verdes, su proximidad/no proximidad a otras casas, etc...
§  La manzana o cuerpo de edificios delimitado por calles. Su tipología está en función del número de edificios que acoge, de la forma de su perímetro (con chaflán, sin él...), etc...
§  La calle, que presenta una gran variedad, según alinee manzanas o espacios , según su anchura (callejón, calle, avenida...), según su función (peatonal o no), según su forma (bulevar, calle, etc...), etc...
§  La plaza: consiste en el ensanchamiento de una calle o un espacio amplio en el cruce de dos o más calles. Tiene carácter organizador del espacio, porque suele tener un carácter centralizador-organizador de la vialidad de la zona en la que se ubica, lo que le otorga un rango superior sobre ese espacio.
§  El barrio: es la unidad básica de la vida urbana y está constituido por un número importante de manzanas. Sus señas de identidad son un pasado común (época de crecimiento, función, problemas similares...) y poseer una dotación de servicios básicos que permiten a sus habitantes satisfacer sus necesidades cotidianas.
§  El distrito: es una división administrativa intermedia entre el barrio y la ciudad, sin demasiada transcendencia en lo sociológico.
§  El arrabal: en el sentido original (Edad Media) y jurídico es un barrio suburbano, que escapa a los impuestos y a las obligaciones de la ciudad, pero también a sus privilegios y protección. La fuerte expansión de nuestras ciudades los ha absorbido, integrándolos como un barrio más, que sólo conserva de su pasado su nombre.
§  El Centro histórico o núcleo o casco antiguo: es el espacio en el que se desarrolló la ciudad en su pasado, y desde el que ha crecido como consecuencia de la revolución industrial. En su interior suele albergar dos zonas: una de elevado rango (CBD) en la que se produce el fenómeno “city” o concentración de las funciones centrales de la ciudad, con la consiguiente salida de la población residente y la ocupación por oficinas, despachos, sedes empresariales o de instituciones; y otra en la que se produce un fenómeno de “depauperización”, consistente en un notable envejecimiento de su población residente, un descenso en el nivel adquisitivo de la misma y un raquitismo de los servicios que presenta.
3.- Las funciones urbanas
El último aspecto que vamos a estudiar en relación al “contenido” de la ciudad son sus funciones. Junto los factores y los elementos urbanos, la ciudad tiene una función, y aunque actualmente en una misma ciudad podemos encontrar distintas funciones distribuidas dentro de la ciudad, en el pasado muchas ciudades se especializaron en una (o más) funciones. Éstas se pueden clasificar en:
- Función comercial: Barcelona y Valencia, por ejemplo, han tenido esta actividad como predominante entre su población.
- Función cultural: Madrid (museos, exposiciones, teatros, universidades,...) o Santiago de Compostela.
- Función religiosa: Guadalupe, Santiago de Compostela.
- Función militar: Cartagena (Murcia).
- Función turística: Palma de Mallorca, Cáceres, Marbella.
- Función administrativa: Mérida, Madrid... (capitales)
- Función financiera: ser sede de bancos, la bolsa de valores,... Madrid y Barcelona.

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